miércoles, 23 de enero de 2008

Diversión loca

Imagínense un pasillo muy largo de una universidad con mesas dispuestas en todo su recorrido para el estudio. A diferencia de una biblioteca, se puede hablar (respetando ciertos límites, no está para el cachondeo). Imagínense a tres zumbados estudiando de manera muy aplicada hasta que llega un grupo de 8 soplapollas que sólo hablaban de ferias de sus pueblos, tías y coches, sin dejar estudiar a nadie. Por supuesto, eran de la diplomatura de empresariales, que como todos sabemos es un puto regalo comparable a un diploma tocado en una tómbola.

Pues nada, no saben con que tres se encontraron los muy comeprepucios. No tenían ni puta idea, porque para mamones porculeros nosotros. Y además a lo grande, con pasta y todo de por medio. La cosa fue sencilla, se trataba de hacer algo que cumpliera los siguientes objetivos:

1- Putear a esos mamones.

2- Putear con el incentivo de algo de dinero.

3- Partirnos toda la caja de la risa.

¿Lo primero que se nos vino a la cabeza? Pues ala, el que consiga atormentarles a pedos se lleva 5 euros de los otros dos. No he sido yo quien ha ganado, pero esos 5 euros han sido los mejor invertidos de mi vida: he pagado 5 putos pavos de mierda por algo QUE NO TIENE PRECIO. Sus caras empezaron por las risas descontroladas, hasta que les llego la nube de peste, entonces cambiaron totalmente. Los pobres no sabían que les quedaban 4 horas de tormento. He de decir que pocas veces me he reído tanto en mi vida como en esta composición de la sinfonía cuescazo.

Ha sido maravilloso. Se han llevado su merecido. Seguirán molestando a la gente, pero no tendrán pelotas de hacerlo delante nuestra. Que os follen malnacidos, y que viva la sinfonía cuesco!!!

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